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Síndrome de Cauda Equina: ¿Impericia Médica o Negligencia Hospitalaria?

Por experiencia profesional, en nuestra oficina conocemos las vicisitudes e innumerables retos que el síndrome de cauda equina puede causar en la vida de una persona.   En esta ocasión compartimos con nuestros lectores información general sobre este tipo de aflicción.

El síndrome de cauda equina es una aflicción poco común, pero seria, ocasionada, generalmente, por presión extrema ejercida en contra de los nervios que se encuentran al final de la médula espinal. Obtiene su nombre del latín, “cauda equina” o “cola de caballo”, porque los nervios que se encuentran al final de la columna vertebral se asemejan a los de la cola de un caballo y se extienden desde la médula espinal hacia las extremidades inferiores de cada pierna.  Estos nervios controlan nuestra habilidad para caminar, orinar, defecar y tener relaciones sexuales.

A diferencia de la mayoría de las aflicciones de espalda que son de larga etiología o crónica, el síndrome de cauda equina es un evento agudo, como un derrame cerebral o un ataque al corazón. Con frecuencia se desarrolla de forma súbita, en un periodo de pocas horas, debido a una gran hernia discal en la región lumbar que comprime las raíces nerviosas en el extremo de la médula espinal.

El síndrome de cauda equina es una emergencia que requiere atención medica inmediata y, posiblemente, una intervención quirúrgica urgente.

Un examen médico cuidadoso en la sala de emergencias de un hospital, junto con estudios de imágenes de resonancia magnética (MRIs por sus siglas en Ingles) puede confirmar o descartar la presencia del síndrome de cuada equina.

Los síntomas clásicos son dolor de espalda baja, junto con debilidad severa en las piernas, entumecimiento en el área genital, o pérdida de la función de la vejiga o el intestino.

Una vez las manifestaciones básicas del síndrome de cauda equina concurren es necesario aliviar la compresión del cordón espina quirúrgicamente en un periodo no mayor de 24 horas. La probabilidad de daños permanentes severos, incluyendo paraplejia, así como disfunción urinaria, fecal y sexual, aumenta exponencialmente luego de que transcurre dicho periodo inicial de 24 horas.

La persona que sufre lesiones permanentes causadas por el síndrome de cauda equina se enfrentará a grandes retos en su vida diaria.  Estos retos incluyen, pero no se limitan a la auto-cateterización, dolor de espalda severo y continuo, difusión sexual y fecal, depresión severa, entre otros.

Si usted o un ser querido sospecha haber sufrido un daño a raíz de impericia médica o negligencia hospitalaria, consulte con abogado litigante de su confianza.  Conozca sus derechos; si usted no lo hace, nadie lo hará por usted.

Para más información o para una consulta legal gratuita, puede comunicarse con el Lcdo. Paúl A. Rodríguez Vélez al 787-299-5118. También puede visitar su página de internet www.prvlaw.com o escribirle un correo electrónico a prodriguez@prvlaw.com. El Lcdo. Rodríguez Vélez cuenta con una maestría en Derecho de la Universidad de Harvard y vasta experiencia como litigante en el foro estatal y federal.